QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO V
209 Qué hiciste con tu vida —Jorge llegó con 19 años y yo ya estaba aquí. Después, en el Atlético había ganado las elecciones Jesús Gil; yo era amigo del secretario, Rubén Cano, y querían traer a Menotti, que estaba dirigiendo Boca. Y yo lo conocía a Menotti de cuando estuvo en el Barcelona. Le llamé al flaco y me dijo: “No, que me van a echar de Boca”. Le dije: “Mirá, es- cuchá lo que te van a decir. Dentro de dos horas te llaman”. Le hicie- ron una oferta y el flaco se vino para acá. Debido a esa amistad, en el futuro, él me llamó un día para decirme: “¿Raúl, querés llevar los temas personales de un jugador, de Fernando Redondo?, que va a ir a jugar a España”. Ahí me empecé a relacionar. —¿Llevar los temas personales es ser representante? —No. Es aportarle toda la estructura y logística para que el tipo no tenga que hacer nada. Cuando el Madrid lo vendió al Milán yo me fui a vivir con él. Aguanté tres meses en Italia. —Yo estuve en España en la época de Valdano, cuando era jugador. No solo era un jugador importante, sino que salía a la calle y las chi- cas se volvían locas. —Sí. —¿Cómo es ese mundo del fútbol? —Los jugadores que son profesionales tienen un entorno pequeño. Ahora son más mediáticos, pero en esa época no era así. Se cuidaban en todo. —Todavía no estaba esta liga, que hoy es la más importante del mundo. —Y recién estaban apareciendo los teléfonos móviles. Y como el Ma- drid siempre da un acompañante para que viaje con el equipo, yo siempre viajaba con Fernando, a todos lados. Me harté de ver fútbol. De padre a madre —Luego de la época de esta gente, de Valdano, de Redondo, ¿te des- vinculaste del mundo del fútbol? —Sí, pero los conozco a todos y siempre me llaman. Pasó que me de- diqué a la hotelería, que te absorbe muchísimo.
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