QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO V

100 Juan Carlos Bataller Con el Negro Tchami que jugó en Boca, también fue compañero. En la época que él llega a Boca yo tenía una lesión en el quinto metatarsiano y me operan. Entonces Marzolini que era el entrenador me dijo “ayudame con el Negro que no conoce nada”. Yo lo llevaba y lo traía, hablaba francés y con nosotros apren- dió el español rápido. Hicimos una linda amistad y cuando llegué a Escocia me devolvió la mano. Me recibió, me acompañó, me mostraba los lugares. La vida da muchas vueltas. —¿Y de Escocia? —En Escocia tuve una experiencia hermosa. Me adapté rápido por el idioma. —¿Tu mundo pasaba por el grupo de futbolistas o te integraste? —No, yo me integraba bien. En este caso teníamos muchos futbolistas amigos, con esposas, que nos juntábamos a comer. Siempre tuve amistades con los es- coceses. En mi equipo eran casi todos escoceses, no tenía ningún argentino. Había un par de franceses. Fue una linda experiencia. El fútbol escocés es muy lindo, muy parecido al inglés y se vive con otra pasión, mucho más tranquilo. Vos podés perder un partido y capaz que a la salida te esperan 100 personas para firma un autógrafo. Para ellos el resultado es una consecuencia más de un partido más... —¿Y de ahí a Italia? —Sí. Ahí ya estaba bastante lesionado y me llamaron de Italia. Tenía 31 años. —Ya estabas sobre el final. —Sí, porque tuve muchas lesiones en la carrera y a raíz de una lesión me sa- lían otras. Cuando llegué a Italia pude jugar muy poco. Estuve 3 meses ju- gando lesionado y después me intenté recuperar. Estuve casi un año, 9 meses. Cuando terminé el contrato le dije al presidente “te devuelvo la plata porque no pude jugar. Lo intenté pero no”. El tipo me dijo “estás loco. Vi el esfuerzo que hiciste para ponerte en forma. Andá, recuperate, operate las veces que te tengas que operar y vení que acá tenés lugar”. Nunca más volví. Me vine, me operé de la rodilla, del pubis, y el médico ahí me dijo “con tu rodilla, tenés que pensar en poder caminar en el futuro. Tenés la rótula destrozada”. Ahí dejé el fútbol. —¿En qué país te golpeaban más? —A mí me golpeaban bastante porque en la posición en la que jugaba siempre recibía pero no sentí que me pegaran más en algún lado. Sí en el fútbol argen- tino, cuando te querían lastimar te lastimaban. En Escocia o Israel si te pega- ban era por el fragor del partido, no con mala intención. —Acá hay jugadores con mala intención.

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