QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO IV

38 Juan Carlos Bataller dijo “pare todo, que usted tiene cáncer, el 92% de los tumores son malignos. Usted puede tener suerte, pero vaya preparándose”. —¿Cuál fue tu reacción? —Las tres cuadras que tuve que cruzar desde Laprida y Entre Ríos hasta mi estudio, no sé por dónde las caminé, me perdí. Hablé con mi cuñado que era médico y me dijo que había que hacer la biopsia, pero me confirmó que era cáncer. —¿Lo hablaste con otras personas? —Tardé 10 días para decírselo a mi esposa y a mis hijos. En un primer momento lo tenía oculto, sólo lo hable con mi cuñado médico. Lo en- caramos los dos juntos. También se lo tenía que contar a mi madre, mi mamá hace varios años que está en una cama a cargo mío. —¿Y después? —A los 10 días hizo un click. Me di cuenta que si el cáncer me iba a llevar me tenía que venir a buscar. Me fui levantando y lo fui a hablar con mucha gente. Todos me decían no te preocupés, ocúpate mejor. Decidí que no iba a ocultar que tenía cáncer. —¿Cuál fue la reacción? —Recibí una cantidad de ayuda de gente que no conozco que me pa- raba por la calle y me daba aliento. Recuerdo muchas anécdotas. Yo tengo palabras de agradecimiento con la obra social. En ese lugar es- pecial que están las personas con cáncer, cuando íbamos a ver a nues- tro especialista oncólogo teníamos turnos todos en la misma fecha, nos sentábamos y nos mirábamos para ver si estábamos todos. Ya no era vergonzoso usar pañuelo en la cabeza para las mujeres, que nos costará un poco caminar porque la quimio nos había pegado distinto, pero la solidaridad sirve y muchísimo. Lo importante es decir lo tengo, voy a morir con cáncer pero no voy a morir de cáncer. Y me ayudaste mucho vos, Juan Carlos, con tu programa. — Por ahí dicen de irse, de tomar un avión para buscar otros médi- cos, pero la contención que significa este San Juan nuestro no la en- contrás en otro lado —No, para nada. Yo tuve la suerte de tener un médico que me operó

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