QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO IV
163 Qué hiciste con tu vida saber para estar metido adentro. —¿Qué pudo haber pasado cuando se cayó el helicóptero del gober- nador Gioja? —Eso fue, según mi criterio, una desorientación espacial del piloto. —¿Del piloto? —Sí, se metió en una nube de tierra y ahí se perdió lamentablemente. —Pero si vos sos piloto, y vas a salir con el helicóptero, ¿no pedís que rieguen al menos? —Sí, pero no siempre porque sino la Guerra del Golfo por ejemplo no se hubiese podido realizar. Hay técnicas para salir del polvo y para entrar al polvo, pero para salir especialmente. Hay dos técnicas, una es hacia arriba y la otra es hacia el frente pero tenés que tener en cuenta dos o tres cositas y estar muy concentrado. Por eso te digo que es mucho más difícil ser piloto de helicóptero que de avión. En avión nunca te va a pasar eso, no hay posibilidades. En helicóptero tenés que prever y tenés que saber salir de la tierra. —Cuando vos subís al helicóptero, esto es cada día, es como si su- bieras al automóvil o sabés que estás arriesgando tu vida. —No, es mucho más placentero subir al helicóptero. —¿Te sentís más seguro? —Sí, claro. No hay tránsito. Si te equivocás, no mucho, pero si te equi- vocás un poco no hay problema porque no tenés tránsito, no tenés banquina, no tenés esquinas, no hay semáforos. —Pero a veces tenés que optar por bajar. Si tenés que hacer eso, no es lo mismo en la pampa, que en el cerro o en el mar. —No, pero uno va concentrado. La concentración en el piloto es funda- mental pero lo disfrutás. Yo como piloto lo disfruto. Que salga bien un aterrizaje, que salga como yo lo preveo para mí es un placer. Es distinto el auto, ahí no hay bocinazos, no hay prepotencia, es una maravilla. —Arriba no tuviste nunca un accidente grave, lo tuviste abajo, casi te quemás, te quemaste.
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