QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO IV

154 Juan Carlos Bataller —O sea que tu mujer no era de acá. —Es de Buenos Aires. —¿Y acá cuántos hijos tuviste? —Dos. —¿Alguno piloto? —Los dos. Uno ya es profesional, trabaja conmigo en la Dirección de Aeronáutica y el otro está a punto de recibirse de piloto comercial. —Más que hablar ya de tu vida, lo que para mí es asombroso, fanta- sioso, maravilloso, es conocer la experiencia de alguien que nos ve desde arriba. Siempre me pregunté, en los momentos de crisis, como este. Visto de arriba, ¿el país sigue siendo igual? Con sus rutas, sus campos, sus calles, todo. ¿O también está en crisis? —Vos sabés que cuando yo vuelo entiendo a veces por qué salimos de las crisis. Porque vos ves esos campos interminables de sembradíos, no hablo de San Juan que es desértico y dependemos mucho de la mi- nería. Estoy hablando de San Luis para allá. Es impresionante, no hay lugar donde no se esté produciendo algo. Es imposible no salir. —Cuando aparecen los movimientos ecologistas, que muchas cosas uno comparte, lo primero que uno dice es “y si hacemos un reco- rrido en un helicóptero y ven lo que es San Juan desde arriba, a lo mejor les cambia el concepto sobre minería no”. ● “Cuando vuelo entiendo por qué salimos de las crisis. Porque vos ves esos campos interminables de sem- bradíos, donde no hay lugar donde no se esté produciendo algo y entendés que es imposible no salir”.

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