QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO III

95 Qué hiciste con tu vida sigue existiendo como teatro y es quizás de los pocos que han podido hacerlo. El cine ha cambiado mucho, los recitales han cambiado pero el teatro sigue siendo un espacio que convoca personas físicas. —¿Te corre el tiempo, la edad? —Sí, yo soy un tipo que desearía tener 16 años toda la vida. Me pasa que tengo todas las ganas de hacer tantas cosas que digo: no me va al- canzar el tiempo. —¿Has sido feliz? ¿Sos feliz? —Mi vida en general es feliz. Es muy diferente plantearse la felicidad como un sentimiento de alegría. Ser feliz no significa que uno no haya pasado por momentos de tristeza, de mucho dolor. La felicidad in- cluye todos esos aspectos, el dolor, la alegría, la risa, el llanto. —Repetiste dos veces seguidas la palabra dolor... —Sí, porque creo que es necesario también —¿Pasaste momentos de dolor? —Sí, creo que eso es mayor a la felicidad. El hecho de haber tenido la experiencia de pasar momentos muy tristes hace que uno pueda gozar de lo bueno que es vivir y de lo lindo que es vivir. —Contame... —Nosotros concretamente tuvimos un accidente automovilístico en el año 81. Yo tenía 4 años. Viajábamos mis viejos, mi hermano mayor y yo, mi hermano menor todavía no nacía, y en la localidad de Villa Mercedes un conductor imprudente le hizo perder la estabilidad a otro vehículo que impacto contra nosotros. —¿Fue muy grave? —Mi vieja a raíz de eso tuvo problemas de salud psicomotrices que hasta el día de hoy acarrea. Mi viejo se tuvo que sobreponer a una si- tuación familiar muy compleja y yo fui el único al que no le pasó nada. —¿Cuál fue el saldo? —Te cuento: llamaron a la familia de mi vieja de Rio IV y ellos fueron

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