QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO III
51 Qué hiciste con tu vida Siempre fue por el juego o fútbol, eran peleas del momento, al día si- guiente éramos amigos todos nuevamente. —¿Ya de jovencita sabias pelear? —Era como instintivo. Mi tío nunca me enseño. —¿Tu tío había sido boxeador? —Fue boxeador profesional —¿Cuál fue la primera experiencia que tuviste, donde te subiste a un ring y tuviste que enfrentarte a alguien? —A los cinco meses de haber entrenado, hice mi primera pelea ama- teurs en San Luis con una chica puntana. —¿Tu categoría es peso mosca? —Si, peso Mosca. —¿Duele lo mismo las piñas de peso mosca? —Es lo mismo. Uno siempre se enfrenta con un rival de la misma ca- tegoría. Quizás la diferencia del boxeo femenino del masculino, es que las peleas de varones se ven más fuertes y hay muchos nocaut, es otra la fuerza. De todas formas las piñas duelen igual. —¿Qué pasa después de una pelea, estás toda adolorida? —En peleas largas, por ejemplo, como las que tengo en defensa del tí- tulo del mundo, son peleas a 10 rounds y muy aguerridas, saben que- dar siempre moretones en los brazos, en la cara y parte de la espalda. —¿No tenés marcas? —Por suerte en la cara no tengo marcas, salvo uno que otro moretón. En los brazos siempre se me hacen moretones. —¿Cuál es la boxeadora o boxeador que más admirabas? —Cuando comencé me gustaba mucho Jesica Boop a nivel nacional y a nivel internacional Susi Kentikian que es una alemana. El boxeador que admiraba es Juan Manual Marques, es mexicano y ya se retiró. Mi primer entrenador me hacía ver muchos videos de Nicolino Locche, el intocable. Tenía un estilo bastante particular, esquivaba gran cantidad de los golpes, cansaba a sus rivales, esa era su manera de pelear.
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