QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO III

172 Juan Carlos Bataller cuela primaria sabía muy poco el español. Un día le dijo a su madre “me parece que es medio burra la maestra”, “por qué hijo”, “y porque no sabe hablar el árabe”, eso era en Buenos Aires. La mentalidad hasta que se adaptaron al país. La otra anécdota es que yo terminé la escuela primaria muy joven porque mi hermano, que era dos años mayor que yo, empezó a ir y como yo no iba a ir a la escuela. Me mandaron como oyente en 25 de Mayo y parece que entendí porque las neuronas andan bien a los 3 o 4 años. A los 4 años empecé la primaria y ya seguí, a tal punto que salí con 10 años de la primaria e ingresé a la Escuela Industrial. —Empiezo a repasar la historia de tu vida y has hecho de todo. La primera vez que tuve conocimiento del apellido Madcur no fue a través de la actividad empresarial, fue porque tenías un programa en Radio Colón donde hablabas de la cultura árabe. —“La voz árabe de San Juan” con tres o cuatro amigos, el doctor Me- dawar, un tío, mi padre. Hicimos un programa semanal, creo que era media hora, los sábados después del mediodía, durante 18 años. Se decían noticias del mundo árabe y de los árabes en Argentina. Había un pedacito del programa que se hablaba en árabe; lo hablaban mis tíos y mis padres. Fue muy simpático. Yo me encargaba de las noticias y las leíamos ahí. —¿Cómo era la vida, la escuela de un chico que tenía una cultura más cercana a lo árabe? —Primero creo que hay que encuadrarlo en la forma en la que se vivía antes, con una escala de valores morales muy importante. La familia era muy importante, el respeto, lo que decían los padres, los hijos siempre tenían que atender un poco el orden, la disciplina, la moral. En ese sentido creo que se pudo convivir perfectamente con la cultura árabe que se traía y la necesidad y el espíritu de integrarse al am- biente que fue hablar bien el español, compartir muchas cosas, que se han venido a quedar, no estaban de paso. —En el caso de los árabes realmente fue un aporte grande en cuanto a comida, tradiciones. —Sí, muchas cosas, respetando lo local. Es como un perfecciona- miento de lo local. Dentro de esa forma, de esa disciplina de vivir y

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