QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO II
95 Qué hiciste con tu vida llevarla, a tener algo puesto, a verse algo distinto. Si usted de entrada se pone un sombrero va a ver que es muy alto, muy grande, que no se encuentra, que se sube al auto y la cabeza le choca. —Yo creo que lo peor es la mirada de los otros… Es como que hay generaciones que se burlan si uno usa sombrero —Sí, la persona que usa sombrero tiene la personalidad muy definida, sabe lo que quiere y no le interesa lo que la gente le diga. Un señor que vino recién pidió marca y medida, pagó y se lo llevó. Es decir, eso de voy a ver cómo me queda, qué me dirá mi esposa, no va. El som- brero es personal, la persona que usa sombrero sabe lo que quiere. —El último gobernador que vi con sombrero fue don Eloy Camus —Fue uno de los primero sombreros que hice estando mi padre en- fermo. El usaba siempre dos colores, el gris con la cinta negra o el verde con la cinta negra. Eran sus colores predilectos, que para mí fue una admiración. El que venía con más frecuencia era el doctor Fran- cisco Aguilar que en ese momento era vicegobernador. —Aguilar se hacía hacer los cuellos de camisa y los puños. —Sí, eran intercambiables, mi padre los usaba. Y también don Roque Gallerano, ministro en aquella época de Camus. Leopoldo Bravo vino en algún momento, muchas personalidades. Todos en su casa tienen un sombrero porque simplemente les gusta o porque fueron de viaje y lo compraron. —Usted sabe que ha vuelto la moda del moñito con los chicos, a lo mejor en cualquier momento vuelve la del sombrero. —Sí, diría que es muy probable. En la asociación de sombrereros, ar- tesanos del sombrero, la tendencia de quienes confeccionan los som- breros es que sean longevos, por lo menos es lo que se ve. En España tienen su día donde salen todos con sombreros y se ponen el saco y la corbata. Es un día especial en el mes de octubre. —Hubo un tiempo cuando era impensable que un hombre o una mujer salieran sin sombrero, era parte de la vestimenta. —Si, justamente con el traje y los zapatos. Digamos que la gorra des- plazó al sombrero y la campera desplazó al saco.
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