QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO II

58 Juan Carlos Bataller —Bueno, gracias. — Buenos Aires es otro ritmo, otra forma de ver la vida incluso —Otro consumo del periodismo. Yo recién con el chico que maquilla aquí hablábamos de eso mirando la televisión. Yo en Jáchal no miro televisión. —Pero quien ha tenido la carga de adrenalina alguna vez también extraña. —Y si, extraño constantemente. Cuando voy a Buenos Aires hasta lloro porque visito la redacción del diario y ya no es la misma, ya no existe ese espíritu que constantemente estábamos contando anécdotas de lo que había pasado en el día. —Pero sigamos con tu vida en Buenos Aires volviste a formar otro hogar, ¿Tuviste más hijos? —Sí con la hija de Bairo tuve a Melanie una nena y la vida continua. —¿Un día empezaron los problemas también cardiacos? —Si hace unos años la vida me cobró en salud todo esa que cuento como una aventura, que me pelee con la policía, con el ejército, las co- rridas en manifestaciones, el ritmo de Buenos Aires que es muy acele- radísimo, varios paquetes de cigarrillos al día. —¿Fumabas mucho? —Sí, vida de periodista, no hay periodista que no fume. Tuve seis in- fartos —¿Seis infartos? —Si para tener hay que tener media docena. Y zafé bien. Dios me dijo tenés un par de cosas que hacer y lo digo en serio yo sé que fue Dios que me dio una oportunidad. Me trajo mi hermano a Jáchal en el 2010 porque yo estaba exterminado, me vine a descansar y los quince días de ver los amaneceres, de ver esa luna, de ver esa naturaleza, ese espí- ritu de la gente simple, dije “me quedo acá”. —Pero me imagino que tampoco te encontrás totalmente en ese pai- saje con algo de bucólico, donde si la foto no la tomas hoy, la podés

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