QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO II
178 Juan Carlos Bataller —¿Cómo era la casa donde había un papá famoso, tu mamá y cuatro hermanas? —Era un despliegue porque en aquellos tiempos salíamos todos jun- tos. Mi papá nos llevaba a las peñas. Me acuerdo que tenía un auto Torino en esa época. Nos decía: a medida que les vaya dando sueño, se meten al auto. Entonces se peleaban mis hermanas por irse a dor- mir porque si no te tocaba en la luneta y una quedaba afuera y era yo. Yo siempre me acostaba última cuando íbamos de peñas y serenatas. He sido muy compañera de mi papá. —¿Más compañera de tu papá que de tu mama? —Sí, obligadamente. Mi papá era muy celoso de mi mamá. Hasta el día de hoy mis hermanas son muy femeninas, son más apegadas a mi mamá. A mí me gustaba ir a la cancha con mi papá, cuando era presi- dente del Club Los Andes. Una noche recuerdo que la había invitado a mi mamá para ir al cine y a mí no me llevaban. Me metí en el baúl del auto, una Renoleta que tenían. Mi papá se paró en una zapatería porque tenía en ese momento para apagar las luces y me agarraron ganas de estornudar, no me aguanté y mi mamá se dio cuenta que es- taba adentro. Ahí se les terminó el cine, mi mamá no quería que fuera. Siempre a mi mamá le molestó esa dependencia que yo tenía con papá. Karina en Buenos Aires —¿Cómo fue tu inserción en Buenos Aires? Imagino una chica que se destacaba, que tenía su grupo de travesuras en San Juan y que de ● “Hice hockey sobre césped en la Universidad de Buenos Aires, ahí jugué en la primera y fui después entrenadora durante muchos años. Estudiaba, traba- jaba y hacia deporte al mismo tiempo.”
RkJQdWJsaXNoZXIy NzQxMjQ=