QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO II
12 Juan Carlos Bataller también. No era un niño extrovertido como se dice. -Yo recuerdo que tu padre, Boy Segovia, quien colaboró mucho con nosotros, siendo petiso, jugaba al rugby; era un apasionado de esos que nunca hubieran aceptado un rugby profesional por ejemplo. — Hasta el día de hoy esa palabra no se la podes decir. — Pero por encima de que era un tipo simpático, entrador, cuando se enojaba era bravo. — El Boy era bravo. Siempre tuvo un carácter complejo, fluctuante, pero lo que tuvo de complejo lo tuvo de recto. Era muy apasionado con el tema de rugby, se peleó con medio mundo. — Vos sabés que las grandes discusiones con el Boy eran porque nosotros le pedíamos que calificara a los jugadores y el decía “no, esto es un juego colectivo no podemos calificarlo”. No lo aceptó nunca. — No y aparte era un tipo al que el rugby le movía toda las pasiones. Lo vivía, para mi gusto, demasiado desmesurado. — ¿Tu mamá era la dulce? — Si, aunque tiene su carácter Elsa también. Pasa que todo el mundo decía que el Boy era un volcán y Elsa... Pero no, los dos tenían su ca- rácter. El Boy quizás es más notorio y más conocido pero mi mamá tampoco era Heidi en el buen sentido. En fin, son los equilibrios o desequilibrios de los matrimonios que se aprenden a manejar. —Manejar seis chicos no es fácil... — No es fácil. Mi viejo laburaba en el banco, mi mamá tenia doble turno en la escuela. Me acuerdo de despertarnos en la mañana para ir a la escuela y sentir olor a tallarines o a tuco porque mi mamá tenía que dejar preparada la comida a las 6 de la mañana, no había freezer, no había microondas, no había delivery, no había nada de eso. Había que hacer la comida a las 6 de la mañana, volvíamos de la escuela, nos daba calentada esa comida y ella partía a otra escuela. — Es de las mujeres que tenían doble trabajo. — Recuerdo que en la tarde vos tenías que usar la mesa un ratito para
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