QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO I
212 Juan Carlos Bataller Íbamos a la cancha El Globo, un tierral. Éramos muy amigos con él. —Pero creo que una actriz te abrió la puerta y estaba con poca ropa. —Sí. Esa fue Susana Giménez, cuando hacía shows y era modelo. Una vez terminado el desfile se fue a su habitación, pidió un jugo de na- ranja y un tostado. Cuando llegué estaba en su cama, en bombacha y corpiño. En ese momento te sorprendía. —Me imagino, no le pediste propina. —No, ¡me temblaba la bandeja! —Palito, no todo en tu vida fue trabajo. Alguna vez te pusiste de novio, después te casaste. —Sí, me puse de novio muy joven y me casé. —¿Con la misma novia? —Sí, con la misma novia. —¿Una sola novia tuviste? —No, era más delgado y salía a bailar. —¿Bailabas bien? —Era buen bailarín, bailaba muy bien el rock. Y bueno, estuve nueve años de novio y un día me casé. Me casé con una gran mujer. Siempre digo que lo que llegué a ser en la vida se lo debo a esa gran mujer. Tu- vimos tres hijos y tenemos ocho nietos. —¿Cómo se llama tu mujer? —Olga Marina Cecco. Soy muy amiguero, tengo a mis hijos y nietos. Por dónde van les dicen “ah, vos sos el hijo de Palito”. Eso me recon- forta. —Realmente sos admirable Palito. Esto no es por alabarte pero, la carrera de mozo es difícil. Primero por el horario, generalmente el mozo llega a las 3 de la mañana a su casa. La noche es difícil y sobre todo para el mozo que está acostumbrado a salir a comer o tomar algo después del trabajo. Y la vida es corta. En muchos casos termi- nan mal.
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