QUE HICISTE CON TU VIDA - TOMO I
196 Juan Carlos Bataller —¿A alguno le dio por el boxeo? —Al más chico. —¿Está peleando? —Le gusta, inclusive hicimos una exhibición una vez. Ahí me dijo “papá, quiero boxear” pero ya tenía 25 años. —¿Cuál es la edad para el boxeador? —La edad apropiada es 14 o 15 años. Ya sabe uno lo que quiere, es más responsable, aunque algunos todavía no dejan la niñez. —Víctor, el boxeo es un deporte rudo en serio. ¿Le dejó secuelas? —Creo que no. Si, realmente es un deporte muy peligroso pero lo es mucho más para aquel que no es consciente de esto, de la peligrosi- dad del boxeo. Digo esto porque no entrenan como corresponde, no se concentran. Yo tuve un hermano que boxeó muy bien. Entrenaba de lunes a viernes, lo veías y daba gusto, era un campeón. Pero el sá- bado y domingo se olvidaba y eran fiestas, trasnochadas. El tuvo una mala experiencia peleando con un mendocino. Le pegó y él no podía hacer nada, estaba ahogado. Entonces le dije “tenés que decidirte, o boxeás o seguís con la fiesta”. “Voy a continuar con la fiesta”. Bueno listo, boxeo nunca más sino esto te puede matar y dejó de boxear. Desgraciadamente hace poco mi hermano murió. —¿Llegó a ser boxeador profesional. —No. Amateur nada más. —Algunos boxeadores terminan mal. —Sí, yo le echo la culpa, porque no les conozco la vida de algunos bo- xeadores, al estilo de pelea. Hay muchos que van al choque directo y ahí se quedan, saben que quizás van a perder y siguen, insisten, por- que el instinto de ellos es sí. Son peleadores, tipo mexicanos. —Hay un instinto especial en el boxeador... —Sí, a veces uno sabe que tiene que ir a la pelea, ir al choque, directo, pero hay que pensar, ser inteligente y boxear a la vez. No es el asunto ir a pelear y pelear porque a veces nos tocan rivales que pegan más fuerte que uno. Hay que tratar de evitar los golpes y para eso se pre-
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