La Pericana -Edición 258- del 10-07-2021
4 s Sábado 10 de julio de 2021 mundo y en los programas de televisión más vistos de la época vestidos iguales y contestando a la par. “Vimos en que éramos iguales, y lo enfatizamos. Queríamos ser iguales, como si nos enamoráramos de nosotros mis- mos” , reflexiona Bobby. Al conocerse se dieron cuenta que se movían igual, fumaban Marlboro, ama- ban la lucha libre y la comida china, les atraían las chicas un poco más >> misma manera l l l El vínculo era tan fuerte y tan rápido que desafiaba la enorme disparidad de con- textos en los que habían crecido. Los Shafran eran una familia acomodada : el padre de Bobby era médico y su madre, abogada. Los Galland vivían en un vecindario de clase media : el padre de Eddy era un maestro estricto y la madre, un ama de casa tradicional. Los Kellman era una fami- lia obrera de inmigrantes. En casa de David el inglés era la segunda lengua, pero su padre era un hombre tan bueno y contenedor, que ese hogar pobre fue el lugar elegido por los trillizos para pasar la mayor parte del tiempo hasta que decidieron mudarse juntos a un departamento en el Soho. l l l Comenzaban los años ochenta y los hermanos eran felices. De pronto se habían vuelto populares y eso les abría las puertas de la noche, el sexo, las drogas y el rock. Se volvieron habi- tués de Studio 54 y hasta hicieron un cameo casual con Madonna en Bus- cando desesperadamente a Susan (1985). Creían que estaban des- tinados a ser famosos. Abrieron, tam- bién en el Soho, su propio restau- rante , al que por supuesto llamaron “Triplets” , que atrajo a cien- tos de turistas y facturó un millón de dó- lares en el primer año. l l l También emprendieron juntos la mi- sión de dar con su madre biológica . Cuando la conocieron, en un bar, se en- contraron con un pasado triste: los había tenido cuando era muy chica y parecía tener problemas con el alco- hol . Ninguno le dio mayor trascenden- cia, después de todo, cada uno tenía su propia familia. Pero aquella era la punta del ovillo del drama que estaba a punto de desatarse. Faltaba poco para que supieran que habían sido víctimas del más cruel de los engaños imagi- nables. l l l Cuando el negocio empezó a ir mal y el padre de David murió, las cosas se Creyeron que estaban destinados a ser famosos. Abrieron, también, en el Soho, su propio restaurante, al que, por supuesto, llamaron Triplets Comenzaban los años ochenta y los hermanos eran feli- ces. De pronto se ha- bían vuelto populares y eso les abría las puertas de la noche, el sexo, las drogas y el rock. Aparecie- ron en di- versos programas de televi- sión, radio, periódicos incluso en una pelí- cula en la que ac- tuaba Ma- donna. EL TRÁGICO FINAL DE LOS TRILLIZOS...
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